miércoles, 5 de agosto de 2015

EL CURRICULO PARA EL DESARROLLO DEL PENSAMIENTO EDUCATIVO.







RESUMEN

El proceso de desarrollo de competencias es constructor teórico, metodológico y de interacción en un contexto específico que alienta una perspectiva futura de formación y que se construye para concretar propósitos e intencionalidad referidos a un proyecto de sociedad, de cultura y de educación.

En este proceso se refleja la relación flexible, dinámica, dialéctica entre contenidos, fines, docentes, estudiantes, métodos y evaluación de los aprendizajes. El currículo está fundamentado “epistemológicamente, cuando se pregunte por la concepción del conocimientos, los criterios de verdad, los de conocimiento, como conocer el maestro y el alumno. También en los currículos hay fundamento: ético, pedagógico, político". Bravo Molina, Carlos, (1996).

La microplanificación educativa es considerada como un instrumento de planeación en un marco teórico justificativo sobre cómo deberían entenderse los procesos de educación del pensamiento a través de la enseñanza-aprendizaje proporcionada desde la naturaleza a través de los fenómenos intervinientes: las competencias a alcanzar, las modalidades y metodologías de enseñanza en los marcos de la formación humana y su desarrollo cultural resulta imprescindible para la educación del pensamiento. Constituye el medio por excelencia para la formación cognitiva de la persona y prepara para la vida. En criterio de Luz y Caballero, "instruir puede cualquiera, educar, sólo quien sea un evangelio vivo”.


2. PALABRAS CLAVES. Educación del pensamiento, currículo, capacidades para crear cultura.

3. INTRODUCCIÓN
Necesitamos concientizarnos de la función de la didáctica en el desarrollo del currículo como proceso cultural y asumir el paradigma de la complejidad como desafío para la educación del pensamiento y el desarrollo de competencias, cuyo objetivo es establecer criterios de análisis en el proceso de formación profesional e integrar una serie de saberes para el diseño de proyectos formativos siguiendo las recomendaciones impulsadas por las reformas curriculares, necesarias, asumiendo la complejidad como paradigma de estudio rica en la herencia cultural de un país, que sea no sólo material sino también intelectual, afectivo y moral.

Los factores que afectan una buena práctica docente han generado que los mediadores de cultura y conocimiento estemos atentos para transformar el currículo sobre la base de aprender investigando para contribuir a la formación de una “sociedad democrática, solidaria, justa, inclusiva, próspera, tolerante y forjadora de una cultura de paz que afirme la identidad nacional sustentada en la diversidad cultural, étnica y lingüística, supere la pobreza e impulse el desarrollo sostenible del país y fomente la integración latinoamericana teniendo en cuenta los retos de un mundo globalizado”. Fines de la educación del Perú.
No hay duda de que la sociedad actual requiere de nuevas visiones que recreen nuevos procesos de elaboración de la “creación cultural: pensamiento, lenguaje, habilidad motriz y social” Mejía, E, (2014). El currículo mantiene viva la tarea de profundizar e indagar los aspectos que afectan las posibilidades de lograr aprendizajes auténticos. Estas acciones conducen a lo que algunos autores afirman: el aprendizaje es exitoso en la medida que éste cuidadosamente planificado, con respecto a lo deben aprender las personas que educan el pensamiento.

La educación superior necesita "Lo que actualmente llamamos la reforma de los pensamientos” Morin E (2009); es ahora que debemos realizar con visión renovada para la microplanificación de la institución académica que sea congruente con las características de la llamada “Sociedad del Conocimiento”.
La complejidad del mundo globalizado exige al docente asumir una actitud crítica desde y en su propia formación que no se agota en la actualización del conocimiento de su campo de especialidad o acerca del uso de estrategias y técnicas para enseñar. Por el contrario, la formación debe asumirse desde una perspectiva integral: ética, pedagógica, científica, humanística y tecnológica.
Con respecto a esa necesidad, Maritza Cáceres Meza y otros, de la Universidad de Cienfuegos, definen la formación pedagógica como: “…un proceso continuo que atendiendo a diferentes etapas organizadas en su práctica docente, facilitan iniciar, adiestrar, formar y perfeccionar a dichos profesores en el dominio de los contenidos de la didáctica de la educación superior, con el propósito de incidir en la calidad de la formación de los estudiantes, lo que influye en la calidad de la educación superior”
De acuerdo con Peter Drucker, el principal motor del desarrollo económico de organizaciones y naciones es la capacidad de producir y gestionar el saber, la universidad asume un papel protagónico que le exige replantear sus relaciones con la sociedad. A la vez, los docentes debemos mantener identidad como institución dedicada a la búsqueda autónoma del conocimiento más allá de determinantes externos. Como forma de resolver esta tensión, la universidad a trabajar  para alinear sus funciones tradicionales de formación, investigación y vinculación con la sociedad, con los requerimientos de las realidades emergentes como el cambio de la matriz del conocimiento y la productiva de un país.
Plantear un currículo para la educación del pensamiento como competencia laboral en la formación profesional  requiere alcanzar una claridad y ubicación teórica respecto a éste, cometido que se emprende construyendo un marco conceptual que dé cuenta de la actividad pedagógica del profesional de la educación.

El diseño del currículo, pensado para la educación del pensamiento, es imposible sin una reforma del pensamiento, que haga de él un verdadero proceso de formación integral de la persona como sujeto complejo que piensa, siente, conoce, valora, actúa y se comunica. Y para revelar la complejidad de la persona “hay que asumirlo con sentido cultural, es decir, en su actividad real y en la praxis que lo integra a la cultura” Mejía E, (2014). El diseño curricular se concreta en la actividad de la persona en sus momentos cualificadores: conocimiento, praxis, valores, comunicación. También da cuenta del proceso mismo en que tiene lugar el proceso de enseñanza y aprendizaje como sistema complejo: la necesidad, los intereses, los objetivos, fines, los medios y condiciones, en tanto mediaciones del proceso y el resultado mismo. Por eso Marx, en sus tesis sobre Feuerbach, aconsejaba asumir la realidad subjetivamente, para transformarla en bien de la persona y la sociedad.

Para el cumplimiento de este propósito el diseño curricular es el instrumento facilitador de la programación pedagógica, es un proyecto que preside y guía las actividades educativas escolares explicitando las intenciones que están en su origen y proporcionando un plan para llevarlas a término. Su finalidad es que el Sistema Educativo del país reafirme los principios sobre las funciones que debe desempeñar en la educación del pensamiento, recogidas en la constitución y en las leyes que la desarrollan. Es necesario que desarrollemos la independencia cognoscitiva, la avidez por el saber profesional. Con competencias cognitivas o intelectuales; motrices de equilibrio personal (afectiva); de relación interpersonal de inserción y actuación social.
A modo de aforismo puede decirse según Mestre (1995, 25), que la microplanificación es pensar en el futuro y planificar, pensar hacia delante”. No obstante, la improvisación sigue siendo un modo de actuar muy generalizado en nuestro medio educativo, prefiriendo, quienes así proceden, el ir solucionando los problemas conforme se vayan presentando, acciones que conducen a resultados negativos y desastrosos en muchos casos.
El estudio del proceso de elaboración del currículo desde diferentes enfoques, modelos y tendencias de la gestión del conocimiento así como de la perfección de las capacidades a través de un proceso de aprendizaje para transformarse en competencias y concluir con una propuesta que se adapta de manera esencial a los objetivos de la educación.

El currículo y los nuevos retos de la educación tiene como propósito comprender el funcionamiento del cerebro  humano, cómo trabaja el  sistema nervioso central, particularmente sus estructuras más sofisticadas como: el pensamiento, las emociones y lo que determina el comportamiento de las personas. Esto representa una gran  oportunidad  para que los docentes desarrollen, orienten, potencialicen, el aprendizaje y las inteligencias múltiples, fomentando valores indispensables para la convivencia social y el Buen Vivir. Su implicación es directa en el proceso de búsqueda y construcción del conocimiento de los estudiantes, en la estructuración y sistematización curricular, en metodologías que integren las ciencias, y que facilite el proceso de enseñanza y aprendizaje de las ciencias de la naturaleza.

Nadie discute en la actualidad que el desarrollo de conocimiento propio es indispensable para que una organización social pueda competir efectivamente. La educación es procesos y resultados y el currículo ocupa un lugar esencial; en él se especifican los lineamientos normativos y académicos que orientan el desarrollo integral de la persona “en todo lo que puede desarrollarse”. El sistema escolarizado diseña sus currículos considerando los factores y recursos intra y extrainstitucionales relacionados con los contenidos y los resultados esperados. Las ideas y experiencias de objetos de aprendizaje y las situaciones contextualizadas para el sujeto cognoscente, lo que hará que dependa del medio en que se desenvuelve tanto para fortalecerlas como para disminuirlas, con el objetivo de llevarlas a la acción y retroalimentación de nuevas creencias y experiencias” Amaya, O. Pérez, N. (2003), p. 64.

El currículo promueve una educación para el desarrollo de capacidades y con la especialización de ellas la formación de competencias que pretende dar respuestas a la sociedad de la información y la generación del conocimiento. El diseño curricular como resultado de las nuevas teorías de cognición y básicamente significa “saberes de ejecución”. Puesto que todo proceso de “conocer” se traduce en un “saber”, en aprendizaje que se fomenta mediante experiencias completas de integración curricular interdisciplinariamente. Entonces es posible decir que son recíprocos competencia y saber: saber pensar, “saber desempeñar, saber interpretar, saber actuar en diferentes escenarios de la comunidad de aprendizaje.
Existe consenso en considerar que la educación requiere de cambios radicales; no obstante, los currículos permanecen inamovibles, prácticamente sin cambios, originando que la mayoría de los estudiantes promovidos no logran alcanzar los propósitos establecidos y su desempeño sea deficiente. Proponemos una estructura curricular basada en capacidades-habilidades-competencias profesionales que se organicen a partir de las necesidades sociales y que se sustente en la pedagogía de la problematización y de la complejidad, en la integración de las ciencias, la andragogía, la didáctica crítica, la planificación innovadora, la motivación, el modelamiento y la evaluación formativa.

Los propósitos de la academia consisten en que el estudiante logre una competencia para la vida y demuestre un desempeño acorde con su realidad sociolaboral, y que la acción-reflexión permita al proceso educativo modificar el currículo dependiendo de las necesidades presentes y futuras.

La filosofía de la cultura considera el poder en la relación maestro-estudiante y su vínculo con modelos específicos de saber, y al diseño curricular como un conjunto organizado de saberes que buscan establecer, de manera racional, los principios más generales que organizan y orientan el conocimiento de la realidad, así como el sentido del obrar humano.

La doctrina filosofía de Kant. Señala al currículo como un conjunto de constructos teóricos, metodológicos y en el contexto universitario es la ampliación y especialización de competencias que fortalezcan  las vicisitudes de la vida para pensar o de ver las cosas diferentes. Freire Paulo (...) , señala, muy pocas personas reflexionamos sobre lo que percibimos del contexto y, por  consecuencia, no generamos ideas nuevas, carecemos de creatividad y no somos constructores de nuestro propio conocimiento.

Destacamos la importancia del lenguaje, de su verificabilidad y precisión en el análisis de las acciones humanas, las proposiciones filosóficas y la investigación de las leyes de la naturaleza como actividad compleja cargada de conflictos de valor que requieren opciones éticas y políticas.

Los objetivos de este trabajo son:

Identificar cuáles son las contribuciones de las competencias en el diseño curricular para  el desempeño de los profesores que egresan de las Facultades de Educación. ¿Cuáles son los enfoques, objetivos y contenidos de los planes de estudio para la formación pedagógica de los docentes universitarios, y en qué se asemejan o difieren las propuestas para la formación pedagógica de los docentes de la educación básica en las universidades que la ofrecen? Objetivos específicos: Analizar los enfoques, objetivos, estructura y organización, de los planes de estudio.  Describir los aspectos generales de la gestión del currículo. Elaborar un análisis crítico de los resultados del estudio.


4. LAS COMPETENCIAS BÁSICAS COMO FACTOR INTEGRADOR EN EL DESARROLLO DEL CURRÍCULO.

Podríamos dedicar gran parte de nuestro esfuerzo en propagar los temores y debilidades de la propuesta que entrañan las competencias básicas. Como siempre, hemos preferido, sin olvidar las contradicciones del desarrollo de la propuesta, y a partir de éstas, profundizar en las posibilidades que ofrecen para la mejora de la educación actual. “Una vez más nos comprometemos con una forma alternativa de entender los discursos oficiales, y en contacto con la práctica, elaboramos referentes que apoyen la tarea de los centros y de las familias".(Proyecto Atlántida)

La planificación curricular se orienta en el proceso de enseñanza y aprendizaje, se sustenta en la participación activa de sus protagonistas el docente-estudiante. Consideramos que en este dinámico y complejo proceso, no sólo son protagonistas estas dos figuras, ya que en él intervienen otros actores que muchas veces son obviados en el análisis como son: los objetivos, los contenidos, los métodos, los recursos, la evaluación de los aprendizajes y las formas de organización del proceso de aprendizaje.

La planificación es el pilar fundamental sobre el cual gira la actividad docente, ¿qué aspectos tomaría en cuenta al planificar?. Los fundamentos psicológicos, pedagógicos y gnoseológicos de las habilidades profesionales a los que  debe responder el currículo constituyéndose en el resultado  de una investigación, en la misma se hace el análisis de diversos criterios acerca de las habilidades profesionales y se argumenta desde la teoría de la actividad cognoscitiva, las competencias para el desempeño profesional.

La planificación didáctica desde esta perspectiva, el profesional debe enfrentar, con sabiduría y creatividad, situaciones prácticas imprevisibles que exigen a menudo resoluciones inmediatas para las que no sirven reglas técnicas ni recetas de la cultura escolar.

Las Habilidades. La concepción que adopto es el criterio planteado por Danilov, el que considera a la habilidad como el "conocimiento en acción". Álvarez Zayas Carlos "la habilidad es un elemento del contenido y expresa en un lenguaje didáctico un sistema de acciones y operaciones para alcanzar un objetivo". Según consideraciones de: Fuentes González Homero, "la habilidad es el modo de interacción del sujeto con el objeto”, es el contenido de las acciones que el sujeto realiza, integrando un conjunto de operaciones que tienen un objetivo y que se asimila en el propio proceso.
La habilidad profesional pedagógica es la forma en que funcionan los conocimientos teóricos-pedagógicos y presupone la utilización de la experiencia obtenida anteriormente, de los conocimientos y hábitos sin los cuales ésta no podría formarse. En las habilidades profesionales pedagógicas funcionan ante todo los conocimientos de la biología del conocimiento, neuropedagogía, neurodidáctica, psicología cognitiva en la organización del proceso pedagógico relacionado desde el pensamiento complejo del aprendizaje.
De la misma manera. ¿Qué relación podemos encontrar entre capacidades (asociadas a objetivos) y competencias profesionales? es necesario precisar los conceptos y convenir su alcance.
Con respecto a la capacidad, puede advertirse su cercanía al potencial o a la aptitud que todas las personas presentan de ahí su carácter universal, de manera permanente, para acceder a nuevos aprendizajes. Por eso las capacidades se formulan de manera “abierta” y su logro se deduce de las situaciones y condiciones propias de quien aprende.
El concepto de competencia, incluye dos aproximaciones: una funcional o “externa”, que tiene que ver con la resolución satisfactoria de tareas y de demandas individuales y sociales; y otra estructural o “interna”, propia de la actividad mental para integrar y poner en juego distintos elementos y recursos (habilidades, conocimientos, motivación, emociones, valores, actitudes…) que permiten afrontar las demandas de la sociedad.
No resulta fácil, por tanto, establecer diferencias consistentes entre “capacidades” y “competencias”, ni tampoco ayuda la insuficiencia de modelos teóricos aplicables al campo educativo (Piaget, Bruner, Gagne, Glaser, Gardner, Sternberg) Aunque es interesante esta aportación que acude a la dialéctica entre la potencia y los actos, entre lo estático y lo dinámico. La capacidad puede entenderse como la potencialidad de hacer una cosa. Implica poder, aptitud, pero es un concepto estático. La competencia sería la concreción de esa potencialidad en un escenario determinado, la capacidad llevada a contextos determinados, concretos, ligados a la acción. Se trata de un concepto dinámico.
Los enunciados están íntimamente unidos: se necesita ser capaz para ser competente; la capacidad se demuestra siendo competente” Mentxaka, (2008), cuadernos de Pedagogía, p. 82. Los conceptos tienen relación con los aprendizajes, las capacidades personales pueden incluir competencias o ayudar a su adquisición. Mientras que, desde el ámbito propiamente curricular, las competencias, en el sistema educativo, incluyen las capacidades. En consecuencia, entendemos la competencia como un potencial de conducta adaptada a una situación del saber hacer.
La habilidad es la destreza o capacidad del estudiante para desarrollar una cierta actividad física o mental. Así, un estudiante de pedagogía puede aplicar métodos de aprendizaje para facilitar el conocimiento de un problema a una persona. El estudiante de ingeniería puede diseñar las operaciones de una planta industrial que afectan a una decena de procesos y subprocesos diferentes.

Para alcanzar los objetivos propuestos consideramos elaborar un marco teórico que nos permita conceptualizar y representar las distintas dimensiones y variables que intervienen a la hora de establecer las distintas modalidades de planificación curricular para la educación del pensamiento y metodologías de los procesos de enseñanza y aprendizaje.

Ponemos este estudio a la consideración de los docentes y esperamos que se conviertan en una herramienta de trabajo que permita centrar la atención de los docentes hacia las siguientes interrogantes: ¿Para qué se aprende y enseña?  ¿Qué se aprende y enseña? ¿Cómo se aprende y enseña? ¿Dónde y cuándo se aprende y enseña? ¿Qué cómo y cuándo evaluar los aprendizajes?


5. LAS COMPETENCIAS BÁSICAS COMO FACTOR INTEGRADOR EN EL DESARROLLO DEL CURRÍCULO.

El aprendizaje de las competencias básicas requiere un modelo de desarrollo del currículo que, además, de la adaptación de los elementos didácticos prescritos (objetivos, contenidos, métodos, recursos y criterios de evaluación) facilite su integración. La incorporación de competencias básicas al currículo permite poner el acento en aquellos aprendizajes que se consideran imprescindibles, desde un planteamiento integrador y orientado a la aplicación de los saberes adquiridos. Para lograr su realización personal, ejercer la ciudadanía activa, incorporarse a la vida adulta de manera satisfactoria y ser capaz de desarrollar un aprendizaje permanente a lo largo de la vida. Adaptado del (Anexo I, Real Decreto de Enseñanzas Mínimas correspondientes a la Etapa Secundaria Obligatoria)

El enfoque “integrador” de las competencias se pone de manifiesto, no sólo en la definición y  elección de las competencias básicas, sino también en su posterior desarrollo, como queda evidenciado en la siguiente cita “La inclusión de las competencias básicas en el currículo tiene varias finalidades. En primer lugar, integrar los diferentes aprendizajes, tanto los formales, incorporados a las diferentes áreas o asignaturas, como los informales y no formales. En segundo lugar, permitir a todos los estudiantes integrar sus aprendizajes, ponerlos en relación con distintos tipos de contenidos y utilizarlos de manera efectiva cuando les resulten necesarios en diferentes situaciones y contextos. Y, orientar la enseñanza, al permitir identificar los contenidos y los criterios de evaluación que tienen carácter imprescindible y, en general, inspirar las distintas decisiones relativas al proceso de enseñanza y de aprendizaje. (Ídem)

La integración del currículo, para alcanzar la consecución de las competencias básicas, se puede alcanzar, a nuestro juicio, en cuatro niveles o momentos: i) La integración de cada uno de los elementos del diseño curricular, a través de una definición operativa de cada una de las competencias básicas, ii) La integración de las actividades y ejercicios que generan el currículo real a través de una estructura de tareas compartida, iii) La integración de los distintos métodos y modelos de enseñanza que ordenan el currículo real del centro, iv) La integración de las distintas formas del currículo. Desarrollo integrado del currículo, sea cual sea el nivel que cada centro pueda alcanzar, tiene un propósito, aumentar las oportunidades de aprendizaje y mejorar los resultados de todos y cada uno de los aprendices. De aquí que, junto a los niveles de integración ya presentados, resulte indispensable un esfuerzo por aumentar y mejorar nuestra capacidad para reconocer y valorar los aprendizajes adquiridos. v) La integración, criterios e instrumentos para valorar el aprendizaje de las competencias básicas. Un nuevo modelo de desarrollo del currículo.

La competencia Aprender a Aprender requiere:

Saber conocer son los conocimientos y comprensión de los métodos de aprendizaje seleccionados, las destrezas y capacidades profesionales. Saber hacer son las destrezas o habilidades para la realización y organización efectiva del propio aprendizaje y de la vida laboral en general. Habilidad para dedicarle tiempo a la formación, autonomía, disciplina, perseverancia y manejo de información en el proceso de aprendizaje. Habilidad para concentrarse durante periodos cortos y largos de tiempo. Habilidad para reflexionar de forma crítica acerca del objetivo y propósito del aprendizaje. Habilidad para comunicarse como parte del proceso de  aprendizaje utilizando la forma apropiada (entonación, gestos, mímica, etc.) para apoyar la comunicación oral, la comprensión y la producción de diversos mensajes multimedia.

Saber ser son las actitudes, una imagen de uno mismo, que constituya la base de una disposición para el cambio y desarrollo de competencias así como motivación y confianza en la capacidad personal para lograr el éxito. Apreciación positiva del aprendizaje como una actividad que enriquece la vida e iniciativa para aprender. Y la adaptabilidad y flexibilidad del pensamiento.

Para el cumplimiento de este proceso debemos considerar al docente como trabajador, jerárquico del cuál es gerente o director quién dice qué, cuándo y cómo debe enseñar, así las tareas de concepción y planificación están separadas de la ejecución. El docente artesano, con mayor responsabilidad para seleccionar y aplicar las estrategias de enseñanza y aprendizaje. En la formación profesional se prioriza la adquisición de habilidades académicas para el análisis de la teoría y la reflexión sobre ella. El docente artista, pone en juego su creatividad personal, permite el desarrollo de un mayor grado de autonomía. El trabajo profesional por naturaleza no es propenso a la mecanización. Está comprometido con la autorreflexión y el análisis de las necesidades de los estudiantes, y asume importantes cuotas de responsabilidad en las decisiones curriculares que comparte.

6. METODOLOGÍA
El estudio constituyó una investigación de campo conforme a lo planteado por ARIAS (2004), acompañado de un diseño documental de fuentes mixtas. Se sustenta en las indagaciones de carácter teórico y empíricas. El objetivo general planteado es: analizar las fuentes consultadas y revisión crítica de la bibliográfica especializada para adquirir información relevante del currículo y la educación del pensamiento de los estudiantes universitarios que colabore a la comprensión de los conocimientos científicos-metodológicos y el interés por su estudio en los académicos de nivel pre y postgrado. La pregunta central de este trabajo es ¿cómo incide el currículo en la educación del pensamiento de los estudiantes universitarios?

El estudio se enmarcó bajo el paradigma de investigación cualitativa y  en el tipo investigación acción, porque nos permitió conjugar los conocimientos teóricos, con aquellos que le brinda el contexto donde realiza el estudio. La investigación desarrollada es exploratoria porque sondeamos la aplicación de un problema poco explicado e investigado, además intentamos dar una explicación respecto del problema, recoger e identificar antecedentes generales del mismo.

Para desarrollar los objetivos se aplicaron los siguientes métodos: análisis  documental:  posibilitó adquirir la  información  necesaria  sobre  el  estado  actual  en  la investigación cualitativa,  particularizando   en  la formación de investigadores en educación, a partir del estudio realizado por varios autores sobre   el   problema analizado. Sistematización: se utilizó para organizar los conocimientos adquiridos a través del desempeño pedagógico profesional del autor y la bibliografía consultada, estableciendo las relaciones pertinentes entre varias fuentes bibliográficas. Análisis y síntesis: utilizamos para llegar a conclusiones a partir del estudio de las fuentes bibliográficas y sistematizar las características de la investigación cualitativa. Modelación: para elaborar la propuesta didáctica, teniendo en cuenta las relaciones entre los procesos de investigación y la enseñanza basada en problemas y las condiciones pedagógicas.


6. CONCLUSIONES

Concluimos con una interrogante ¿Qué es lo que hace diferente a un corpus de información específica para quienes se plantean ser docentes o para quienes ya lo son y pretenden estar al día? Aquí, hacemos referencia a dos aspectos claves de la profesionalización de la docencia, como lo son la formación y la capacitación continua.

El docente debe poseer competencias necesarias para comprender su acción. ¿Por qué? se preguntarán. Porque las Instituciones de Educación Superior cumplen funciones insospechadas en la formación profesional, capaces de conocer, saber hacer y saber ser, para ello se requiere de un profesional de la educación que domine la práctica pedagógica, la integración de saberes interdisciplinarios para adaptarse a las exigencias genéricas y específicas de las diferentes áreas del conocimiento y  a las necesidades de su contexto. Se requiere de un docente diseñador de currículos para el desarrollo de competencias y responder a las necesidades de la sociedad, con habilidades para hacer visible el aprendizaje, estableciendo la educación del pensamiento.  Hay que planificar cuidadosamente el proceso de aprendizaje, para responder con la mayor precisión posible las preguntas de qué enseñar, cuándo enseñar, cómo enseñar y qué, cómo y cuándo evaluar.

En la actualidad nos encontramos inmersos en un nuevo orden social generado a partir de diferentes cambios de la sociedad y uno de ellos es la educación y de la reforma curricular de las instituciones que forma profesionales estos cambios están orientados a: aprender a pensar, aprender a hacer, aprender a ser, aprender a convivir; y  a descubrir  y educar el pensamiento en las diferentes áreas del saber. El currículo representa una de las modernas y eficaces estrategias de acción inmediata para la construcción del futuro nacional del país, entendido éste como el cambio de la matriz productiva, resultado de la acción y  la reflexión por parte de la persona que se desarrolla en un contexto socio-educativo.


Jesús Estrada G.
 Universidad Nacional de Chimborazo.

5. BIBLIOGRAFÍA


AMAYA, O. Pérez, N. (2003), p. 64. Educación para el cambio
ÁLVAREZ Zayas Carlos. Procesos de aprendizaje. Pueblo y Educación. La habana- Cuba
ARIAS, F. (2004). El Proyecto de Investigación Introducción a la Metodología Científica. (4ª ed.). Caracas, Venezuela: Episteme.
Bravo Molina, Carlos Ramiro (1996) "El concepto de formación pedagógica: tradición y modernidad". http://www.utp.edu.co/~chumanas/revistas/revistas/rev30/bravo.htm
CÁCERES Meza Maritza y otros, de la Universidad de Cienfuegos
ESTRADA, J. (2002) RESUMES DE TORÍAS DEL APRENDIZJE. Piaget, Bruner, Gagne, GLASER, Gardner, Sternberg (…) Intelligence, information processing,and analogical reasoning.
MEJÍA, E, (2014). Curso de Diseño y Evaluación del Currículo Universitario
MESTRE (1995) microplanificación
MENTXAKA, 2008, Cuadernos de Pedagogía, p. 82).
MORIN E (2009) Educación y Pensamiento Complejo
PETER Drucker (1993) Gerencia por Resultados
SPENCER y Spencer, (1993) Gestión por  Competencias

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