RESUMEN
El proceso de desarrollo de competencias es constructor
teórico, metodológico y de interacción en un contexto específico que alienta
una perspectiva futura de formación y que se construye para concretar
propósitos e intencionalidad referidos a un proyecto de sociedad, de cultura y
de educación.
En este proceso se
refleja la relación flexible, dinámica, dialéctica entre contenidos, fines, docentes,
estudiantes, métodos y evaluación de los aprendizajes. El currículo está
fundamentado “epistemológicamente, cuando se pregunte por la concepción del
conocimientos, los criterios de verdad, los de conocimiento, como conocer el
maestro y el alumno. También en los currículos hay fundamento: ético,
pedagógico, político". Bravo Molina, Carlos, (1996).
La microplanificación educativa es considerada como
un instrumento de planeación en un marco teórico justificativo sobre cómo
deberían entenderse los procesos de educación del pensamiento a través de la
enseñanza-aprendizaje proporcionada desde la naturaleza a través de los
fenómenos intervinientes: las competencias a alcanzar, las modalidades y
metodologías de enseñanza en los marcos de la formación humana y su desarrollo cultural
resulta imprescindible para la educación del pensamiento. Constituye el medio
por excelencia para la formación cognitiva de la persona y prepara para la vida.
En criterio de Luz y Caballero, "instruir puede cualquiera, educar, sólo
quien sea un evangelio vivo”.
2. PALABRAS CLAVES. Educación del pensamiento, currículo, capacidades
para crear cultura.
3. INTRODUCCIÓN
Necesitamos concientizarnos de la función de la
didáctica en el desarrollo del currículo como proceso cultural y asumir el
paradigma de la complejidad como desafío para la educación del pensamiento y el
desarrollo de competencias, cuyo objetivo es establecer criterios de análisis
en el proceso de formación profesional e integrar una serie de saberes para el
diseño de proyectos formativos siguiendo las recomendaciones impulsadas por las
reformas curriculares, necesarias, asumiendo la complejidad como paradigma de
estudio rica en la herencia cultural de un país, que sea no sólo material sino también
intelectual, afectivo y moral.
Los factores que afectan una
buena práctica docente han generado que los mediadores de cultura y
conocimiento estemos atentos para transformar el currículo sobre la base de
aprender investigando para contribuir a la formación de una “sociedad
democrática, solidaria, justa, inclusiva, próspera, tolerante y forjadora de
una cultura de paz que afirme la identidad nacional sustentada en la diversidad
cultural, étnica y lingüística, supere la pobreza e impulse el desarrollo
sostenible del país y fomente la integración latinoamericana teniendo en cuenta
los retos de un mundo globalizado”. Fines de la educación del Perú.
No hay duda de que la sociedad actual
requiere de nuevas visiones que recreen nuevos procesos de elaboración de la
“creación cultural: pensamiento, lenguaje, habilidad motriz y social” Mejía, E,
(2014). El currículo mantiene viva la tarea de profundizar e indagar los
aspectos que afectan las posibilidades de lograr aprendizajes auténticos. Estas
acciones conducen a lo que algunos autores afirman: el aprendizaje es exitoso
en la medida que éste cuidadosamente planificado, con respecto a lo deben
aprender las personas que educan el pensamiento.
La educación superior necesita
"Lo que actualmente llamamos la reforma de los pensamientos” Morin E
(2009); es ahora que debemos realizar con visión renovada para la
microplanificación de la institución académica que sea congruente con las
características de la llamada “Sociedad del Conocimiento”.
La complejidad del mundo
globalizado exige al docente asumir una actitud crítica desde y en su propia
formación que no se agota en la actualización del conocimiento de su campo de
especialidad o acerca del uso de estrategias y técnicas para enseñar. Por el
contrario, la formación debe asumirse desde una perspectiva integral: ética,
pedagógica, científica, humanística y tecnológica.
Con respecto a esa necesidad,
Maritza Cáceres Meza y otros, de la Universidad de Cienfuegos, definen la
formación pedagógica como: “…un proceso continuo que atendiendo a diferentes
etapas organizadas en su práctica docente, facilitan iniciar, adiestrar, formar
y perfeccionar a dichos profesores en el dominio de los contenidos de la
didáctica de la educación superior, con el propósito de incidir en la calidad
de la formación de los estudiantes, lo que influye en la calidad de la
educación superior”
De acuerdo con Peter Drucker, el
principal motor del desarrollo económico de organizaciones y naciones es la
capacidad de producir y gestionar el saber, la universidad asume un papel
protagónico que le exige replantear sus relaciones con la sociedad. A la vez,
los docentes debemos mantener identidad como institución dedicada a la búsqueda
autónoma del conocimiento más allá de determinantes externos. Como forma de
resolver esta tensión, la universidad a trabajar para alinear sus funciones tradicionales de
formación, investigación y vinculación con la sociedad, con los requerimientos
de las realidades emergentes como el cambio de la matriz del conocimiento y la
productiva de un país.
Plantear
un currículo para la educación del pensamiento como competencia laboral en la
formación profesional requiere alcanzar
una claridad y ubicación teórica respecto a éste, cometido que se emprende
construyendo un marco conceptual que dé cuenta de la actividad pedagógica del
profesional de la educación.
El diseño
del currículo, pensado para la educación del pensamiento, es imposible sin una
reforma del pensamiento, que haga de él un verdadero proceso de formación
integral de la persona como sujeto complejo que piensa, siente, conoce, valora,
actúa y se comunica. Y para revelar la complejidad de la persona “hay que
asumirlo con sentido cultural, es decir, en su actividad real y en la praxis
que lo integra a la cultura” Mejía E, (2014). El diseño curricular se concreta en
la actividad de la persona en sus momentos cualificadores: conocimiento,
praxis, valores, comunicación. También da cuenta del proceso mismo en que tiene
lugar el proceso de enseñanza y aprendizaje como sistema complejo: la
necesidad, los intereses, los objetivos, fines, los medios y condiciones, en
tanto mediaciones del proceso y el resultado mismo. Por eso Marx, en sus tesis sobre Feuerbach, aconsejaba asumir la realidad
subjetivamente, para transformarla en bien de la persona y la sociedad.
Para el cumplimiento de este
propósito el diseño curricular es el instrumento facilitador de la programación
pedagógica, es un proyecto que preside y guía las actividades educativas
escolares explicitando las intenciones que están en su origen y proporcionando
un plan para llevarlas a término. Su finalidad es que el Sistema Educativo del
país reafirme los principios sobre las funciones que debe desempeñar en la
educación del pensamiento, recogidas en la constitución y en las leyes que la
desarrollan. Es necesario que desarrollemos la independencia cognoscitiva, la
avidez por el saber profesional. Con competencias cognitivas o intelectuales;
motrices de equilibrio personal (afectiva); de relación interpersonal de
inserción y actuación social.
A modo de aforismo puede
decirse según Mestre (1995, 25), que la microplanificación es pensar en el
futuro y planificar, pensar hacia delante”. No obstante, la improvisación sigue
siendo un modo de actuar muy generalizado en nuestro medio educativo,
prefiriendo, quienes así proceden, el ir solucionando los problemas conforme se
vayan presentando, acciones que conducen a resultados negativos y desastrosos
en muchos casos.
El
estudio del proceso de elaboración del currículo desde diferentes enfoques,
modelos y tendencias de la gestión del conocimiento así como de la perfección
de las capacidades a través de un proceso de aprendizaje para transformarse en competencias
y concluir con una propuesta que se adapta de manera esencial a los objetivos
de la educación.
El currículo y los nuevos retos
de la educación tiene como propósito comprender el funcionamiento del
cerebro humano, cómo trabaja el sistema nervioso central, particularmente sus
estructuras más sofisticadas como: el pensamiento, las emociones y lo que
determina el comportamiento de las personas. Esto representa una gran oportunidad
para que los docentes desarrollen, orienten, potencialicen, el
aprendizaje y las inteligencias múltiples, fomentando valores indispensables
para la convivencia social y el Buen Vivir. Su implicación es directa en el
proceso de búsqueda y construcción del conocimiento de los estudiantes, en la
estructuración y sistematización curricular, en metodologías que integren las
ciencias, y que facilite el proceso de enseñanza y aprendizaje de las ciencias
de la naturaleza.
Nadie discute en la actualidad que
el desarrollo de conocimiento propio es indispensable para que una organización
social pueda competir efectivamente. La educación es procesos y resultados y el
currículo ocupa un lugar esencial; en él se especifican los lineamientos
normativos y académicos que orientan el desarrollo integral de la persona “en
todo lo que puede desarrollarse”. El sistema escolarizado diseña sus currículos
considerando los factores y recursos intra y extrainstitucionales relacionados
con los contenidos y los resultados esperados. Las ideas y experiencias de
objetos de aprendizaje y las situaciones contextualizadas para el sujeto
cognoscente, lo que hará que dependa del medio en que se desenvuelve tanto para
fortalecerlas como para disminuirlas, con el objetivo de llevarlas a la acción
y retroalimentación de nuevas creencias y experiencias” Amaya, O. Pérez, N.
(2003), p. 64.
El currículo promueve una
educación para el desarrollo de capacidades y con la especialización de ellas
la formación de competencias que pretende dar respuestas a la sociedad de la
información y la generación del conocimiento. El diseño curricular como
resultado de las nuevas teorías de cognición y básicamente significa “saberes
de ejecución”. Puesto que todo proceso de “conocer” se traduce en un “saber”, en
aprendizaje que se fomenta mediante experiencias completas de integración
curricular interdisciplinariamente. Entonces es posible decir que son
recíprocos competencia y saber: saber pensar, “saber desempeñar, saber
interpretar, saber actuar en diferentes escenarios de la comunidad de
aprendizaje.
Existe consenso en considerar que
la educación requiere de cambios radicales; no obstante, los currículos permanecen
inamovibles, prácticamente sin cambios, originando que la mayoría de los estudiantes
promovidos no logran alcanzar los propósitos establecidos y su desempeño sea
deficiente. Proponemos una estructura curricular basada en capacidades-habilidades-competencias
profesionales que se organicen a partir de las necesidades sociales y que se
sustente en la pedagogía de la problematización y de la complejidad, en la
integración de las ciencias, la andragogía, la didáctica crítica, la
planificación innovadora, la motivación, el modelamiento y la evaluación
formativa.
Los propósitos de la academia
consisten en que el estudiante logre una competencia para la vida y demuestre
un desempeño acorde con su realidad sociolaboral, y que la acción-reflexión
permita al proceso educativo modificar el currículo dependiendo de las
necesidades presentes y futuras.
La filosofía de la cultura
considera el poder en la relación maestro-estudiante y su vínculo con modelos
específicos de saber, y al diseño curricular como un conjunto organizado de
saberes que buscan establecer, de manera racional, los principios más generales
que organizan y orientan el conocimiento de la realidad, así como el sentido
del obrar humano.
La doctrina filosofía de Kant. Señala
al currículo como un conjunto de constructos teóricos, metodológicos y en el contexto
universitario es la ampliación y especialización de competencias que
fortalezcan las vicisitudes de la vida para
pensar o de ver las cosas diferentes. Freire Paulo (...) , señala, muy pocas
personas reflexionamos sobre lo que percibimos del contexto y, por consecuencia, no generamos ideas nuevas,
carecemos de creatividad y no somos constructores de nuestro propio conocimiento.
Destacamos la importancia del lenguaje,
de su verificabilidad y precisión en el análisis de las acciones humanas, las
proposiciones filosóficas y la investigación de las leyes de la naturaleza como
actividad compleja cargada de conflictos de valor que requieren opciones éticas
y políticas.
Los objetivos de este trabajo
son:
Identificar cuáles son las
contribuciones de las competencias en el diseño curricular para el desempeño de los profesores que egresan de
las Facultades de Educación. ¿Cuáles son los enfoques, objetivos y contenidos
de los planes de estudio para la formación pedagógica de los docentes
universitarios, y en qué se asemejan o difieren las propuestas para la
formación pedagógica de los docentes de la educación básica en las
universidades que la ofrecen? Objetivos específicos: Analizar los enfoques,
objetivos, estructura y organización, de los planes de estudio. Describir los aspectos generales de la gestión
del currículo. Elaborar un análisis crítico de los resultados del estudio.
4. LAS
COMPETENCIAS BÁSICAS COMO FACTOR INTEGRADOR EN EL DESARROLLO DEL CURRÍCULO.
Podríamos dedicar gran parte de
nuestro esfuerzo en propagar los temores y debilidades de la propuesta que
entrañan las competencias básicas. Como siempre, hemos preferido, sin olvidar
las contradicciones del desarrollo de la propuesta, y a partir de éstas,
profundizar en las posibilidades que ofrecen para la mejora de la educación
actual. “Una vez más nos comprometemos con una forma alternativa de entender
los discursos oficiales, y en contacto con la práctica, elaboramos referentes
que apoyen la tarea de los centros y de las familias".(Proyecto Atlántida)
La planificación curricular se orienta en el proceso de
enseñanza y aprendizaje, se sustenta en la participación activa de sus
protagonistas el docente-estudiante. Consideramos que en este dinámico y
complejo proceso, no sólo son protagonistas estas dos figuras, ya que en él
intervienen otros actores que muchas veces son obviados en el análisis como
son: los objetivos, los contenidos, los métodos, los recursos, la evaluación de
los aprendizajes y las formas de organización del proceso de aprendizaje.
La planificación
es el pilar fundamental sobre el cual gira la actividad docente, ¿qué aspectos
tomaría en cuenta al planificar?. Los fundamentos psicológicos, pedagógicos y
gnoseológicos de las habilidades profesionales a los que debe responder el currículo constituyéndose
en el resultado de una investigación, en
la misma se hace el análisis de diversos criterios acerca de las habilidades
profesionales y se argumenta desde la teoría de la actividad cognoscitiva, las competencias para
el desempeño profesional.
La planificación didáctica desde
esta perspectiva, el profesional debe enfrentar, con sabiduría y creatividad,
situaciones prácticas imprevisibles que exigen a menudo resoluciones inmediatas
para las que no sirven reglas técnicas ni recetas de la cultura escolar.
Las Habilidades. La concepción
que adopto es el criterio planteado por Danilov, el que considera a la
habilidad como el "conocimiento en acción". Álvarez Zayas Carlos
"la habilidad es un elemento del contenido y expresa en un lenguaje didáctico un sistema de acciones y operaciones para alcanzar un
objetivo". Según consideraciones de: Fuentes González Homero, "la habilidad es el modo de interacción del sujeto con el objeto”, es el contenido de las
acciones que el sujeto realiza, integrando un conjunto de operaciones que
tienen un objetivo y que se asimila en el propio proceso.
La habilidad profesional
pedagógica es la forma en que funcionan los conocimientos teóricos-pedagógicos
y presupone la utilización de la experiencia obtenida anteriormente, de los
conocimientos y hábitos sin los cuales ésta no podría formarse. En las
habilidades profesionales pedagógicas funcionan ante todo los conocimientos de
la biología del conocimiento, neuropedagogía, neurodidáctica, psicología
cognitiva en la organización del proceso pedagógico relacionado desde el
pensamiento complejo del aprendizaje.
De la misma manera. ¿Qué relación podemos
encontrar entre capacidades (asociadas a objetivos) y competencias
profesionales? es necesario precisar los conceptos y convenir su alcance.
Con respecto a la capacidad, puede advertirse su cercanía al potencial o a la
aptitud que todas las personas presentan de ahí su carácter universal, de
manera permanente, para acceder a nuevos aprendizajes. Por eso las
capacidades se formulan de manera “abierta” y su logro se deduce de las
situaciones y condiciones propias de quien aprende.
El concepto de competencia, incluye dos
aproximaciones: una funcional o “externa”, que tiene que ver con la
resolución satisfactoria de tareas y de demandas individuales y sociales;
y otra estructural o “interna”, propia de la actividad mental para
integrar y poner en juego distintos elementos y
recursos (habilidades, conocimientos, motivación, emociones, valores,
actitudes…) que permiten afrontar las demandas de la sociedad.
No resulta fácil, por tanto, establecer
diferencias consistentes entre “capacidades” y “competencias”, ni tampoco
ayuda la insuficiencia de modelos teóricos aplicables al campo educativo (Piaget,
Bruner, Gagne, Glaser, Gardner, Sternberg) Aunque es interesante esta
aportación que acude a la dialéctica entre la potencia y los actos, entre
lo estático y lo dinámico. La capacidad puede entenderse como la
potencialidad de hacer una cosa. Implica poder, aptitud, pero es un
concepto estático. La competencia sería la concreción de esa potencialidad
en un escenario determinado, la capacidad llevada a contextos determinados,
concretos, ligados a la acción. Se trata de un concepto dinámico.
Los enunciados están íntimamente unidos: se
necesita ser capaz para ser competente; la capacidad se demuestra siendo
competente” Mentxaka, (2008), cuadernos de Pedagogía, p. 82. Los conceptos
tienen relación con los aprendizajes, las capacidades personales pueden
incluir competencias o ayudar a su adquisición. Mientras que, desde el
ámbito propiamente curricular, las competencias, en el sistema educativo,
incluyen las capacidades. En consecuencia, entendemos la competencia como un
potencial de conducta adaptada a una situación del saber hacer.
La habilidad es la destreza o
capacidad del estudiante para desarrollar una cierta actividad física o mental.
Así, un estudiante de pedagogía puede aplicar métodos de aprendizaje para
facilitar el conocimiento de un problema a una persona. El estudiante de
ingeniería puede diseñar las operaciones de una planta industrial que afectan a
una decena de procesos y subprocesos diferentes.
Para
alcanzar los objetivos propuestos consideramos elaborar un marco teórico que
nos permita conceptualizar y representar las distintas dimensiones y variables
que intervienen a la hora de establecer las distintas modalidades de
planificación curricular para la educación del pensamiento y metodologías de
los procesos de enseñanza y aprendizaje.
Ponemos este estudio a la consideración de los docentes y
esperamos que se conviertan en una herramienta de trabajo que permita centrar
la atención de los docentes hacia las siguientes interrogantes: ¿Para qué se aprende y enseña? ¿Qué
se aprende y enseña? ¿Cómo se aprende y enseña? ¿Dónde y cuándo se aprende y
enseña? ¿Qué cómo y cuándo evaluar los aprendizajes?
5. LAS
COMPETENCIAS BÁSICAS COMO FACTOR INTEGRADOR EN EL DESARROLLO DEL CURRÍCULO.
El aprendizaje
de las competencias básicas requiere un modelo de desarrollo del currículo que,
además, de la adaptación de los elementos didácticos prescritos (objetivos,
contenidos, métodos, recursos y criterios de evaluación) facilite su
integración. La incorporación de competencias básicas al currículo permite
poner el acento en aquellos aprendizajes que se consideran imprescindibles,
desde un planteamiento integrador y orientado a la aplicación de los saberes
adquiridos. Para lograr su realización personal, ejercer la ciudadanía activa,
incorporarse a la vida adulta de manera satisfactoria y ser capaz de
desarrollar un aprendizaje permanente a lo largo de la vida. Adaptado del
(Anexo I, Real Decreto de Enseñanzas Mínimas correspondientes a la Etapa
Secundaria Obligatoria)
El enfoque
“integrador” de las competencias se pone de manifiesto, no sólo en la
definición y elección de las
competencias básicas, sino también en su posterior desarrollo, como queda evidenciado
en la siguiente cita “La inclusión de las competencias básicas en el currículo
tiene varias finalidades. En primer lugar, integrar los diferentes
aprendizajes, tanto los formales, incorporados a las diferentes áreas o asignaturas,
como los informales y no formales. En segundo lugar, permitir a todos los
estudiantes integrar sus aprendizajes, ponerlos en relación con distintos tipos
de contenidos y utilizarlos de manera efectiva cuando les resulten necesarios
en diferentes situaciones y contextos. Y, orientar la enseñanza, al permitir
identificar los contenidos y los criterios de evaluación que tienen carácter
imprescindible y, en general, inspirar las distintas decisiones relativas al
proceso de enseñanza y de aprendizaje. (Ídem)
La integración del
currículo, para alcanzar la consecución de las competencias básicas, se puede alcanzar,
a nuestro juicio, en cuatro niveles o momentos: i) La integración de cada uno
de los elementos del diseño curricular, a través de una definición operativa de
cada una de las competencias básicas, ii) La integración de las actividades y
ejercicios que generan el currículo real a través de una estructura de tareas
compartida, iii) La integración de los distintos métodos y modelos de enseñanza
que ordenan el currículo real del centro, iv) La integración de las distintas
formas del currículo. Desarrollo integrado del currículo, sea cual sea el nivel
que cada centro pueda alcanzar, tiene un propósito, aumentar las oportunidades
de aprendizaje y mejorar los resultados de todos y cada uno de los aprendices.
De aquí que, junto a los niveles de integración ya presentados, resulte
indispensable un esfuerzo por aumentar y mejorar nuestra capacidad para
reconocer y valorar los aprendizajes adquiridos. v) La integración, criterios e
instrumentos para valorar el aprendizaje de las competencias básicas. Un nuevo
modelo de desarrollo del currículo.
La competencia Aprender a Aprender
requiere:
Saber conocer
son los conocimientos y comprensión de los métodos de aprendizaje seleccionados,
las destrezas y capacidades profesionales. Saber hacer son las destrezas o
habilidades para la realización y organización efectiva del propio aprendizaje
y de la vida laboral en general. Habilidad para dedicarle tiempo a la
formación, autonomía, disciplina, perseverancia y manejo de información en el
proceso de aprendizaje. Habilidad para concentrarse durante periodos cortos y
largos de tiempo. Habilidad para reflexionar de forma crítica acerca del
objetivo y propósito del aprendizaje. Habilidad para comunicarse como parte del
proceso de aprendizaje utilizando la
forma apropiada (entonación, gestos, mímica, etc.) para apoyar la comunicación
oral, la comprensión y la producción de diversos mensajes multimedia.
Saber ser son
las actitudes, una imagen de uno mismo, que constituya la base de una
disposición para el cambio y desarrollo de competencias así como motivación y
confianza en la capacidad personal para lograr el éxito. Apreciación positiva
del aprendizaje como una actividad que enriquece la vida e iniciativa para
aprender. Y la adaptabilidad y flexibilidad del pensamiento.
Para el cumplimiento de este proceso debemos considerar al docente
como trabajador, jerárquico del cuál es gerente o director quién dice qué,
cuándo y cómo debe enseñar, así las tareas de concepción y planificación están
separadas de la ejecución. El docente artesano, con mayor responsabilidad para
seleccionar y aplicar las estrategias de enseñanza y aprendizaje. En la formación
profesional se prioriza la adquisición de habilidades académicas para el
análisis de la teoría y la reflexión sobre ella. El docente artista, pone en
juego su creatividad personal, permite el desarrollo de un mayor grado de
autonomía. El trabajo profesional por naturaleza no es propenso a la
mecanización. Está comprometido con la autorreflexión y el análisis de las
necesidades de los estudiantes, y asume importantes cuotas de responsabilidad
en las decisiones curriculares que comparte.
6. METODOLOGÍA
El
estudio constituyó una investigación de campo conforme a lo planteado por ARIAS
(2004), acompañado de un diseño documental de fuentes mixtas. Se sustenta en
las indagaciones de carácter teórico y empíricas. El objetivo general planteado
es: analizar las fuentes consultadas y revisión crítica de la bibliográfica
especializada para adquirir información relevante del currículo y la educación del pensamiento de los estudiantes
universitarios que colabore a la comprensión de los conocimientos
científicos-metodológicos y el interés por su estudio en los académicos de
nivel pre y postgrado. La pregunta central de este trabajo es ¿cómo incide el
currículo en la educación del pensamiento de los estudiantes universitarios?
El
estudio se enmarcó bajo el paradigma de investigación cualitativa y en el tipo investigación acción, porque nos
permitió conjugar los conocimientos teóricos, con aquellos que le brinda el
contexto donde realiza el estudio. La investigación desarrollada es
exploratoria porque sondeamos la aplicación de un problema poco explicado e
investigado, además intentamos dar una explicación respecto del problema,
recoger e identificar antecedentes generales del mismo.
Para
desarrollar los objetivos se aplicaron los siguientes métodos: análisis documental:
posibilitó adquirir la
información necesaria sobre
el estado actual
en la investigación
cualitativa, particularizando en la
formación de investigadores en educación, a partir del estudio realizado por
varios autores sobre el problema analizado. Sistematización: se
utilizó para organizar los conocimientos adquiridos a través del desempeño
pedagógico profesional del autor y la bibliografía consultada, estableciendo
las relaciones pertinentes entre varias fuentes bibliográficas. Análisis y
síntesis: utilizamos para llegar a conclusiones a partir del estudio de las
fuentes bibliográficas y sistematizar las características de la investigación
cualitativa. Modelación: para elaborar la propuesta didáctica, teniendo en
cuenta las relaciones entre los procesos de investigación y la enseñanza basada
en problemas y las condiciones pedagógicas.
6.
CONCLUSIONES
Concluimos
con una interrogante ¿Qué es lo que hace diferente a un corpus de información
específica para quienes se plantean ser docentes o para quienes ya lo son y
pretenden estar al día? Aquí, hacemos referencia a dos aspectos claves de la
profesionalización de la docencia, como lo son la formación y la capacitación
continua.
El
docente debe poseer competencias necesarias para comprender su acción. ¿Por
qué? se preguntarán. Porque las Instituciones de Educación Superior cumplen
funciones insospechadas en la formación profesional, capaces de conocer, saber
hacer y saber ser, para ello se requiere de un profesional de la educación que
domine la práctica pedagógica, la integración de saberes interdisciplinarios
para adaptarse a las exigencias genéricas y específicas de las diferentes áreas
del conocimiento y a las necesidades de
su contexto. Se requiere de un docente diseñador de currículos para el
desarrollo de competencias y responder a las necesidades de la sociedad, con
habilidades para hacer visible el aprendizaje, estableciendo la educación del
pensamiento. Hay que planificar
cuidadosamente el proceso de aprendizaje, para responder con la mayor precisión
posible las preguntas de qué enseñar, cuándo enseñar, cómo enseñar y qué, cómo
y cuándo evaluar.
En
la actualidad nos encontramos inmersos en un nuevo orden social generado a
partir de diferentes cambios de la sociedad y uno de ellos es la educación y de
la reforma curricular de las instituciones que forma profesionales estos
cambios están orientados a: aprender a pensar, aprender a hacer, aprender a
ser, aprender a convivir; y a
descubrir y educar el pensamiento en las
diferentes áreas del saber. El currículo representa una de las modernas y
eficaces estrategias de acción inmediata para la construcción del futuro
nacional del país, entendido éste como el cambio de la matriz productiva, resultado
de la acción y la reflexión por parte de
la persona que se desarrolla en un contexto socio-educativo.
Jesús
Estrada G.
Universidad Nacional de Chimborazo.
5. BIBLIOGRAFÍA
AMAYA, O. Pérez,
N. (2003), p. 64. Educación para el cambio
ÁLVAREZ
Zayas Carlos. Procesos de aprendizaje. Pueblo y Educación. La habana- Cuba
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Episteme.
Bravo Molina, Carlos Ramiro (1996)
"El concepto de formación pedagógica: tradición y modernidad". http://www.utp.edu.co/~chumanas/revistas/revistas/rev30/bravo.htm
CÁCERES Meza Maritza y otros, de la Universidad de
Cienfuegos
ESTRADA, J. (2002) RESUMES DE TORÍAS DEL APRENDIZJE.
Piaget, Bruner, Gagne, GLASER,
Gardner, Sternberg (…) Intelligence, information processing,and analogical
reasoning.
MEJÍA,
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MESTRE
(1995) microplanificación
MENTXAKA,
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MORIN
E (2009) Educación y Pensamiento Complejo
PETER
Drucker (1993) Gerencia por Resultados
SPENCER
y Spencer, (1993) Gestión por Competencias
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