Resumen.-
Las investigaciones surgen a partir de ideas, éstas se aproximan al
problema que habrá de investigarse. La idea más común de la investigación, es
que ésta consiste en la indagación de las causas y particularidades de
algún fenómeno de nuestro interés. La cantidad de fuentes que pueden generar
ideas para una investigación, son varias, estas pueden ser experiencias
individuales, mediante material publicado, medios audiovisuales, teorías,
descubrimientos que se haya hecho en alguna búsqueda, conversaciones
personales, creencias, intuiciones y pensamientos. Las ideas surgen al realizar
alguna actividad cotidiana, en la cual desarrollamos una idea que nos sirve de
medio para efectuar una investigación, la idea tiene que ser enfocada al tema de
nuestro interés, de forma precisa y necesariamente habrá que buscar información
que valide nuestra idea.
Toda
investigación científica se realiza sobre un objeto. Sobre un ser existente ya
sea en la sociedad, en la naturaleza inanimada o en la misma naturaleza viva.
El físico que estudia la velocidad, tiene como su objeto el auto; el químico
que estudia la riqueza nutritiva, tiene como objeto un alimento; el ingeniero
que estudia los procesos de flujo de un producto, tiene como objeto la
producción; el mercadólogo que busca la relación de oferta y demanda tiene como
objeto una mercancía, así sucesivamente...
Palabras claves: Ideas, construcción, objeto, investigación.
Contenido.-
A lo largo de la historia de la
humanidad se han desarrollado diversas corrientes de pensamiento que establecen
parámetros sobre la investigación científica, legitimándose unas sobre otras y
erigiéndose como la única vía autorizada para investigar. Para realizar una
investigación, el punto de partida es la generación de una idea. “Las ideas
constituyen el primer acercamiento a la realidad que habrá de investigarse”
Hernández, R., Fernández, C. y Baptista, P. (1997)
Pareciera
que esta etapa es fácil, y lo es, siempre y cuando el investigador tenga experiencia
en el campo investigativo y amplios conocimientos en su área de conocimiento,
además tener desarrolladas las habilidades de pensamiento propias para la
investigación como son la observación, la reflexión, la distinción, el
análisis, la síntesis, entre otras, donde las preguntas y la calidad de éstas
son la base fundamental del trabajo del investigador. Sin preguntas la mente
está vacía y sin motivación hacia el conocimiento es perder el tiempo. En el
caso del estudiante que se inicia en su formación como investigador, es
importante que reconozca y valore que él es el generador del conocimiento que
inicia con la idea de la investigación, esto no es otra cosa que la observación
y análisis de su realidad, en su campo profesional o del futuro campo laboral.